Por: Món Hernández
Racionó la insulina que necesitaba para sobrevivir y murió: la lucha de los diabéticos por costear su tratamiento en EEUU
Fuente/Univision Noticias
Costear el tratamiento de la diabetes es una cuestión de vida o muerte para miles de diabéticos que viven en Estados Unidos y que enfrentan dificultades económicas para comprar la insulina. La historia de Alec Smith – una entre tantas y de las más recientes- es crudo reflejo de ello.
Por falta de dinero, el joven de 26 años decidió ‘racionar’ la insulina que le quedaba y murió. No tenía seguro médico. “Perdí a mi hijo por la codicia de la industria farmacéutica”, declaró su madre al canal de televisión NBC News esta semana.
No es un caso aislado. Un estudio reciente de la Universidad de Yale encontró que 1 de cada 4 pacientes diabéticos admitió haber racionado su insulina debido al aumento de los precios.
A falta de competidores y de versiones genéricas, el precio de la insulina se ha disparado de 21 dólares por vía en 1996, a 320 dólares en 2018, y muchas personas necesitan varias por mes. Tan sólo entre 2002 y 2013, el precio de la insulina se triplicó según estimaciones de la Asociación Médica Estadounidense.
“Acabo de comprar 2 vías de insulina para mi hija y pagué 524 dólares con una tarjeta de descuento. Fue todo lo que pude comprar. Salí de la farmacia, me senté en el carro y estallé en llanto. No tengo el dinero, solamente amor y preocupación 24/7”, tuiteó Doreen Rudolph en un post que se hizo viral.
Esa misma desesperación lleva a muchos a tomar medidas extremas. “Cuando estás en tu última vía entras en modo de supervivencia”, contó a una estación local de NBC Katrina Lewis, quien sufre de diabetes desde que tenía 6 años de edad, y se vio en problemas cuando tuvo un período de espera por cambios en su seguro médico.
“Recuerdo haber ido a la farmacia con mi receta médica e intentar comprar mi insulina y me dijeron que una costaba más de 400 dólares. No sabía que mi seguro todavía no había entrado en efecto. Necesito dos vías al mes, lo que implicaba un desembolso de mil dólares. Simplemente no lo tenía”, relató Lewis.
Fue entonces cuando decidió buscar otras opciones en Internet y encontró la insulina en Craiglist, algo riesgoso pero que sintió, era la única opción que le quedaba. “Tienes que tener insulina para sobrevivir, así que te pones creativo. Me encontré con la mujer en una estación de gasolina y me la vendió allí”.
El año pasado, Shane Patrick Boyle murió por falta de insulina cuando la campaña de GoFundMe que creó para comprarla se quedó corta por 50 dólares y no llegó a la meta de 750 dólares. Tenía seguro médico pero éste no funcionaba fuera de su estado. Había viajado de Texas a Arkansas para compartir los últimos momentos junto a su madre que estaba convaleciente y murió una semana antes que él.
“No es simplemente una droga”
Más de 7 millones de estadounidenses con diabetes necesitan insulina para controlar los niveles de azúcar en su sangre, advierte la Asociación Estadounidense de Diabetes.
“ No es simplemente una droga, es la diferencia entre la vida y la muerte para millones de personas con diabetes y es algo que necesitan a diario por el resto de sus vidas”, enuncia la organización que está promoviendo una petición para que se facilite el acceso a este tratamiento. Ya han recaudado más de 350 mil.
“El Sistema estadounidense de salud nos ha fallado. Si el derecho a la vida es un derecho humano, entonces la insulina es un derecho humano para un diabético”, escribe Victoria Glagiardo, quien sufre de esta condición, en un artículo de opinión donde destaca que aunque la insulina está incluida dentro de la Ley de Cuidados de Salud en los estados que expandieron Medicaid, solamente se subsidian algunos tipos de insulina y esto ofrece una “solución temporal y limitada”.
Para los indocumentados se complica aún más la situación ya que no pueden comprar un seguro médico de Obamacare o aplicar a otros programas del gobierno como Medicaid.
Los hispanos tienen mayor riesgo de padecer de diabetes tipo 2, que si no se maneja correctamente (y en algunos casos) puede requerir de tratamiento con insulina.
Según cálculos de la Asociación Estadounidense de Diabetes, un diabético gasta en promedio 16,000 dólares en gastos médicos anualmente. El doble de una persona normal. “Como diabéticos somos vistos por aseguradoras y farmacéuticas como dinero en efectivo”, insiste Glagiardo.
La insulina es una hormona que el organismo genera naturalmente para controlar el azúcar y convertir la glucosa en energía. Los diabéticos tipo 1 y los que sufren de diabetes tipo 2 pero son insulino-dependientes deben tomarla para mantener regulados los niveles de azúcar en la sangre.
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