Por: Cristian Tejada
Las nuevas tecnologías llegan a la agricultura con el objetivo de aumentar la productividad y entre ellas se encuentran los tractores autónomos.
La idea de los tractores autónomos lleva en boga desde los años 80, cuando empezó a desarrollarse el concepto de agricultura de precisión. Los inicios de esta tendencia, que busca medir lo máximo posible el estado de los cultivos para mejorar su rendimiento, fueron tímidos. Y más tímidos aún fueron los de la maquinaria agrícola autónoma.
Sin embargo, hoy el concepto de agricultura de precisión es conocido en los círculos agrícolas y se usa abundantemente. El empleo de sensores para medir el nivel hídrico del terreno e incluso la utilización de drones con cámaras multiespectrales para crear mapas con diferentes índices de vegetación se han convertido en tecnologías presentes en el sector.
Aún queda, en cambio, para la llegada de los tractores autónomos. Pero no tanto como pudiera parecer. Son varias las compañías que trabajan en proyectos de este tipo, incluidas las grandes, como John Deere o la japonesa Kubota , cuyo primer modelo autónomo estaba previsto que aterrizara en el mercado nipón este año.
Marcas como New Holland o Case IH ya han presentado sus propios modelos al público. Por el momento se trata más de exhibir progresos tecnológicos que de comercializarlos. Pero las ventajas de esta maquinaria autónoma ya se anticipan. Los fabricantes coinciden en que los nuevos tractores serán más precisos, favoreciendo la conservación de la semilla, por ejemplo. La carga de trabajo, por supuesto, se reducirá y serán una garantía frente a la escasez de mano de obra. Además, estos vehículos pueden trabajar en horas no hábiles para los agricultores , pues no se necesitará que una persona se ocupe de los mandos.
También hay startups dedicadas a desarrollar tractores autónomos , como Bear Flag Robotics, que acaba de recibir una inversión para fabricar este tipo de maquinaria. ¿Su objetivo declarado? Incrementar la producción de los cultivos con el fin de hacer frente al reto alimentario del futuro.
La necesidad de aumentar la producción
La FAO ha señalado en sus predicciones que en el 2050 habrá 9.000 millones de habitantes en el planeta. Para alimentar a toda esta cantidad de personas será necesario aumentar la productividad agrícola. Y es que la ganadería solo puede cubrir una pequeña parte de las necesidades. Los alimentos que crecen de la Tierra son mucho más eficientes, a la hora de aprovechar recursos.
De manera que la incorporación de nuevas tecnologías a la agricultura, con el fin de incrementar la productividad , se volverá esencial. Aquí se enmarcan los tractores autónomos, los sensores de precisión y los drones, pero también nuevos formatos como los cultivos verticales. Todo para aumentar la cantidad de alimento que producimos.
Imágenes: John Deere, Kubota