Encontramos algunos ejercicios para relajar la espalda con el fin de equilibrar todo el cuerpo, puesto que la espalda es uno de los epicentros más importantes.
El dolor de espalda es uno de los más frecuentes entre las población. Las malas posturas, el estrés y muchas otras causas son las responsables de que nuestra espalda sufra. Encontramos algunos ejercicios para relajar la espalda con el fin de equilibrar todo el cuerpo, puesto que la espalda es uno de los epicentros responsables de que todo lo demás funcione correctamente.
El yoga, el pilates, y especialmente, la meditación ayudarán a dejar de lado el dolor de espalda, puesto que un estudio de la Universidad de Standford, ratifica que este problema puede reducirse con un tratamiento a base de meditación. Es más, la importancia de tener la espalda relajada es tanto que, según datos de la Sociedad Española de Reumatología (Episer), cerca del 80% de los ciudadanos sufrirá daño lumbar en algún momento de la vida.
Rodillas hacia el pecho
Es uno de los ejercicios para relajar la espalda más sencillos que existen y lo solemos practicar especialmente en el pilates. Nos estiramos en el suelo boca arriba con las rodillas al pecho e intentaremos estirar sobre todo los músculos de la espalda baja. Primero se realiza con una rodilla y luego con la otra, y al final con ambas a la vez.
Siempre estirar.
Entre los diversos ejercicios que hay para que la espalda este mejor siempre tienen protagonismo los estiramientos. De hecho, tendríamos que estirar cada día un poco para poder dejar la espalada menos tensa. Nuestra salud nos lo va a agradecer y además lo podemos practicar una vez levantados, cada mañana, o bien, antes de acostarnos. En la oficina, también podemos estirar la espalda.
Relajaremos los lumbares
Con este ejercicio, nos tumbaremos de espaldas con los brazos a lo largo del cuerpo y las rodillas dobladas. Luego dejaremos caer las piernas juntas unas cuantas veces a la derecha y luego a la izquierda. El tronco se mantiene siempre recto.
Musculatura dorsal
Nos tumbamos sobre el suelo boca abajo. Intentaremos tirar hacia atrás de los hombros como si los omóplatos fueran a tocarse. Luego se trata de levantar el tronco, mantener la postura, respirar y repetir el mismo ejercicio varias veces. Se aconseja que el cuello esté estirado. Recuerda que una espalda sana es sinónimo de cuerpo sano.