Por: Rolando Robles.
“A grandes males, grandes remedios”, eso dice el viejo refrán, sin embargo, parece que el PLD jamás lo ha oído y desde luego, no logra comprender su alcance. Pero hay otro dicho que quizás se ajusta mas al momento político que vive el partido de don Juan, el partido gobernante.
Por motivos que yo no consigo entender -por lo menos en la primera lectura de las pasiones moradas- don Felucho Jiménez se despachó con algunas afirmaciones que definitivamente no han gustado a buena parte de sus camaradas. Y de igual forma, le han salido al frente, disparándole desde varios ángulos, con distintas municiones y desde luego, también con diferentes intenciones. Algunos disparos han venido desde trincheras muy específicas, pero otros parecen ser de cazadores furtivos. Por suerte, ninguno ha sido a matar.
En realidad, ¿qué fue lo que dijo Felucho, que molestó tanto? Creo que el ex ministro de turismo no dijo nada concluyente; mas bien “sugirió” cosas, con el evidente propósito de que la mente cabalgue. Dijo algunas “medias verdades” y ciertas “medias mentiras”. Ese estilo de decir cosas sin decirlas -emulando al Chavo del 8, o sea, sin querer queriendo- no me lo esperaba de un economista corresponsable de todo lo que hasta hoy ha hecho el PLD desde el gobierno. De lo bueno, lo malo, lo que no se ha podido hacer y hasta de “lo que se ha permitido hacer a otros”.
Felucho afirmó y mas luego repitió, que “buena parte del Comité Político del PLD, sabe que la mayoría de las obras contratadas y ejecutadas, han sido sobre valoradas”. Claro, “una buena parte” no es la totalidad y así se deja abierta la puerta de escape, permitiendo que pueda salir uno que otro de los “mansos”, pero también algunos “cimarrones”. Porque en el CP hay gente que Felucho no puede acorralar (por lo menos a dos de ellos) digo, si no es que tiene póliza de seguro contra incendios.
También dijo Felucho, lo que se conoce como una perogrullada: “deben hacerse auditorías a todas las obras realizadas, a fin de determinar si en realidad han sido sobrevaluadas”. El problema de esto sería ¿hasta dónde pudieran abarcar las dichosas “auditorías” en el pasado? y ¿hasta dónde en el presente?
¿Cuánto tiempo necesitaríamos para tener resultados tan concluyentes, que nos permitan actuar en consecuencia? y cuando tengamos los resultados, ¿actuaremos en consecuencia? Aquí de nuevo Felucho juega a soltarle riendas a la imaginación del pueblo pero, por suerte todos conocemos la historia de las “calendas griegas”.
Hubo mas cocorícamo en el destape de Felucho, especialmente cuando él habla de las reacciones de sus colegas. Refiriéndose a los comentarios de Franklin Almeyda, Felucho se sintió molesto y dejó caer esta perla: “ser peledeísta no es sinónimo de seriedad, honestidad y de no ser corrupto” y recordó que Franklin en una ocasión dividió el país en dos; “peledeístas y corruptos”. Y a seguidas apuntó en tono de burla: “es que él es de Altamira (un campo de Puerto Plata) pero yo no, yo soy de La Vega”.
De su Secretario General, dijo que se siente “herido”, porque Reinaldo dio a entender que él (Felucho) se oponía a la llamada Autovía del Coral por intereses personales que serían afectados por la ruta trazada. Sin embargo, sostiene que “lo perdona”. Y entendemos que “perdone” a Pared Pérez, y no porque sea capitaleño sino, porque representa un grupo diferente al de Franklin dentro del PLD. Por ahí anda el detalle y la diferencia entre uno y otro.
Mas luego -y siempre en plan de aclarar el motivo real de su destape- Felucho dedica unos “inocentes” comentarios a “fortalecer” la seriedad de Danilo Medina. Dice estar absolutamente seguro de que en la contratación de Punta Catalina “no hubo sobrevaluación”. Particularmente creo que en eso tiene razón, pero hay que demostrarlo con la auditoría, El asunto será ¿cómo explicar que Odebrecht, de pronto se comporta con seriedad?
Obviando todo el contrasentido de este tsunami que provocó Felucho, hay que separar la paja del trigo y tomar partido, porque el país no resiste que sigamos tratando de tapar el sol con un dedo, pero mucho menos que por el interés de llegar o conservar al poder, algunos se hagan eco de toda clase de infundio malsano, politizando indebidamente el debate.
O talvez el asunto es todo lo contrario: lo que no resiste el país es que el PLD no entienda que el destape de Felucho ha resultado una idea genial; para sacar a Danilo del medio de la tormenta y empujar el partido a respaldar a su gobierno -que se encuentra en su peor momento- con miras a resistir el embate de la oligarquía que trata de controlar las plantas de Punta Catalina.
A la soñada “marea verde” y a la reacción nacional, habrá que enfrentarlas con la realidad del 62% sacado en las elecciones pasadas, ese pleito ya está casado y es inaplazable. Lo único que faltaría por establecerse con certeza es: ¿a quién realmente beneficiará el destape de Felucho?
Ahora, con todo y el esfuerzo que hizo el presidente de Refidomsa PDV, con su inusual acción para que su partido entienda el alcance de los dos refranes citados al comienzo, se necesita que los dos “jueyes” o cangrejos mayores se acomoden en la cueva o que uno salga y se dedique a cuidar la entrada, para evitar que un tercero, que muy probablemente sea de otras aguas, los desaloje a los dos.
jpm