El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, pidió hoy investigar la presencia histórica en el país de la firma brasileña Odebrecht, indagada por presuntos sobornos, y a la que tildó de «mafia organizada».
En una comparecencia ante la Comisión de Fiscalización en la Asamblea Nacional, Glas pidió que en el caso de la firma brasileña «se investigue todo y a todos, no solo ahora».
«La fe pública demanda que se investiguen cuarenta años atrás. ¿De dónde han surgido fortunas de determinados actores, y algunos de ellos, inclusive ahora son actores políticos», dijo en una sesión que se transmitió por radio y televisión.
Añadió que «se habla de casi 800 millones de dólares en pagos corruptos por parte de la mafia de Odebrecht, porque ya no podemos hablar de la empresa de Odebrecht, es una mafia organizada en 12 países».
Al presentar una lista de proyectos en los que ha intervenido la firma brasileña en Ecuador, recordó que esta no llegó al país en la Administración de Rafael Correa, que lideraba el proyecto llamado «Revolución Ciudadana», sino en 1987, por lo que insistió en que «todo tiene que investigarse».
En diciembre pasado, el Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que Odebrecht había pagado supuestamente unos 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de Latinoamérica y África.
El informe del Departamento de Justicia indicó que en el caso de Ecuador, entre 2007 y 2016 la constructora presuntamente pagó sobornos por valor de más de 35,5 millones de dólares a «funcionarios del Gobierno», lo que supuestamente le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.
Hasta ahora, la Policía de Ecuador ha arrestado para investigaciones a cinco personas en relación con el caso Odebrecht, y una adicional está en arresto domiciliario.
El vicepresidente ha dicho que ha sido «tremendamente duro» conocer de la detención de un tío suyo, ahora en arresto domiciliario por tener más de 65 años.
Glas, que pidió acudir a la Comisión de Fiscalización para exponer su versión sobre el caso de Odebrecht y replicar a opositores que pretenden vincularlo, dijo que acudía «como ciudadano que se ha visto enfrentado desde octubre del año pasado con una campaña de destrucción de imagen orquestada, programada, con apoyo de ciertos medios de comunicación».
El vicepresidente, que fue reelegido para el cargo en los comicios de abril pasado, aseguró que «no hay una sola prueba (…) absolutamente nada» contra él y desafió a quienes lo acusan, a que acudan a la Fiscalía.
«No tengo nada que ocultar, siempre doy la cara, no me escondo en ningún lado», subrayó el vicepresidente ante la Comisión, la misma que había convocado para que comparezca el próximo 27 de junio y se defienda de acusaciones que le relacionan con el caso al contralor general del Estado, Carlos Pólit, quien dimitió ayer.
Pólit presentó su renuncia irrevocable al cargo en medio de un juicio político que se sigue en su contra en el Parlamento en medio de las investigaciones por el escándalo de presuntos sobornos de la constructora brasileña.
Pólit, que a través de sus abogados ha negado cualquier vinculación con el caso Odebrecht, se encuentra en Estados Unidos desde el pasado 26 de mayo, por un permiso médico.