VIERNES 07 SEPTIEMBRE, 2018
LOS ÁNGELES.- La corrupción, las sucias luchas entre la élite y la violencia en México vuelven a la pantalla con la segunda temporada de “Ingobernable”, cuya protagonista, Kate del Castillo, se mostró pesimista y triste acerca de cómo el poder pervierte las intenciones originales de los políticos.
“¿Cómo es posible que alguien que tiene sus principios y sus cosas bien arraigadas pueda corromperse? Porque llega un momento en el que se corrompen todos. Siempre he dicho que los presidentes y los políticos entran con ganas de verdad de querer ayudar y cambiar para bien el país, pero todos se corrompen en el camino, ya sea por dinero o por poder”, aseguró a Efe en una entrevista en Los Ángeles.
“¿En qué momento dejas, hasta la familia, todo, con tal de tener ese poder? Eso es lo que ha echado a perder a México. A nosotros nos han gobernado pésimamente durante décadas y décadas y es nada más porque ven por su propio sexenio (…). Y no les preocupa realmente México, que es por lo que originalmente entraron. Entonces, todo el mundo se corrompe al final. Es horrible, es triste”, añadió.
De nuevo en la piel de una primera dama en constante huida y atrapada en una trama de corrupción en México al más alto nivel, Kate del Castillo estrena el 14 de septiembre la segunda temporada de “Ingobernable”, una serie de Netflix que le ayudó a recuperarse profesionalmente tras el escándalo con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Decir un ‘y si… (no hubiera participado en esta serie)’ no existe, pero habría sido duro porque ya lo estaba pasando muy mal”, admitió Del Castillo (Ciudad de México, 1972).
“Me han acogido muy bien y estoy muy agradecida con ellos (…). Me siento muy orgullosa de ser parte de una empresa tan importante y que ha cambiado la forma de ver la televisión”, dijo sobre Netflix, compañía con la que también trabajó en la serie documental “Cuando conocí al Chapo”.
El controvertido encuentro que mantuvo en 2015 con este narcotraficante mexicano, ahora en prisión en Nueva York, cambió la vida de la actriz, que desde entonces reside en Estados Unidos por miedo a represalias legales si vuelve a México.
Y aunque se mostró con “mucha esperanza” ante la elección del nuevo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, Del Castillo recordó que el mandatario heredará los problemas del actual gobierno.
“Y yo soy uno de esos problemas (…). A ver si se me respetan mis derechos y puedo regresar libre y felizmente, sin ninguna preocupación”, consideró.
No es difícil establecer paralelismos entre su vida y la de su rol Emilia Urquiza, también envuelta en turbios asuntos políticos y legales, por lo que Del Castillo dijo admirar “la entereza” de este personaje.
“Ese momento en el que dice: ‘Ya no tengo nada y me voy a ir con todo para hacer justicia’ (…). Yo no tengo todavía, tal vez, esa capacidad de desconectarme y de ver las cosas desde afuera. Ella es más inteligente”, afirmó.
No obstante, la actriz sí consideró que tanto Emilia como ella respetan sus convicciones.
“Cuando uno es una persona íntegra, y yo me considero una persona íntegra, sí luchas y te vas hasta sus últimas consecuencias con todo lo que sea que tú realmente crees”, explicó.
Del Castillo anticipó que la segunda temporada de “Ingobernable” es “dura” y expone a Emilia “ella sola contra el mundo”.
También se mostró feliz de haberla rodado en Colombia, por lo que pudo prescindir de las dobles que en los primeros episodios hicieron su papel en las escenas grabadas en México.
Por último, Del Castillo destacó que en “Ingobernable” los personajes femeninos son complejos y no responden a estereotipos machistas.
“Ya estamos en otra época y me encanta ver mujeres fuertes que no son sexualizadas, que son quienes son por la cabeza y el corazón”, argumentó.
“Es una cosa que es muy difícil, por ejemplo, para trabajar acá en EE.UU. Yo, como latina, siempre sexualizan a los personajes. De por sí a las mujeres, pero si eres latina pues aún más. Entonces, es importante para mí tener un personaje inteligente y que ha llegado a donde ha llegado por su inteligencia, trabajo, integridad y entereza, no por su sexualidad”, finalizó.